Andrea Repetto
Directora CPL
La tasa de desempleo entre los jóvenes en Chile suele alcanzar niveles que casi triplican la respectiva tasa para los adultos. Los problemas de inserción laboral de los jóvenes, sin embargo, no son específicos a Chile. Hay algo en el hecho de ser joven que constituye una traba para una inclusión exitosa y fluida en el mercado laboral.
La literatura académica ha identificado alguna de esas trabas. Entre ellas se cuentan la percepción de los empleadores de que los jóvenes carecen de habilidades cognitivas, técnicas y socioemocionales suficientes. A ello se suma la falta de experiencia laboral, que impide a los jóvenes dar señales a sus potenciales empleadores sobre sus capacidades. Asimismo, los jóvenes suelen tener redes con lazos más débiles en el mercado laboral, reduciendo su acceso al empleo.
Se encuentra en discusión en el Congreso una iniciativa que busca favorecer la empleabilidad de los jóvenes que estudian en la educación superior, proyecto de ley también conocido como el Estatuto Laboral para Jóvenes. El objetivo central del proyecto es la creación de un contrato especial que regule el empleo de los estudiantes de educación superior para facilitar la conciliación entre estudios y actividades laborales.
En este Boletín, junto a Guillermo Rojas, analizamos las condiciones laborales de los jóvenes, con un foco particular en aquellos que estudian. El primer artículo de este Boletín revisa la normativa en discusión desde la perspectiva de los obstáculos que los jóvenes enfrentan al intentar insertarse al mercado laboral. El segundo artículo describe las principales estadísticas respecto de la situación de estudio y trabajo de los jóvenes en Chile.
Las primeras experiencias laborales son cruciales para las carreras que desarrollarán los jóvenes en su adultez. Las habilidades, redes y contactos que ahí generen pueden darles buenas perspectivas futuras. Pero también pueden frustrar sus expectativas y aspiraciones si la experiencia de esos primeros trabajos no es positiva, en particular si está caracterizada por la informalidad y la baja productividad. Por ello, es crucial que la política pública tome con decisión la transición de la educación al trabajo. El Estatuto Laboral Juvenil intenta justamente abordar esta problemática.
Una vez más, los invitamos cordialmente a leer esta nueva edición del Boletín del Centro de Políticas Laborales de la Escuela de Gobierno UAI.